ANÉCDOTAS EN BLANQUIAZUL
Viberti, treinta y siete años atrás
El tiempo no ha borrado el recuerdo del más carismático de los jugadores que han vestido los colores malaguistas
NO es el que durante más temporadas defendió los colores blanquiazules del titular de La Rosaleda. No lo encuentro entre los treinta primeros. No estuvo más que cinco. Cuatro menos de las que, por ejemplo, lleva el portugués Edgar como malaguista.
No es el que más partidos jugó, porque sus 134 están muy lejos de mi registro, que le adjudica la plaza 45 en el ránking de actuaciones en la relación de los 429 que aparecieron en las alineaciones malacitanas en más de medio siglo de existencia.
No es, tampoco, el jugador que en más ascensos del viejo Málaga colaboró, porque solo vivió tan destacada efeméride una vez, en su primera gran temporada en el equipo.
Sin embargo, su fama ha sido imperecedera; es imperecedera. Por muchos que sean los años que transcurran entre sus apariciones, su presencia en nuestras calles es singularizada por los malagueños. Su ultimo año de vinculación al club como jugador fue hace 33 años. Se le recuerda como si hubiese sido anteayer. El término de su historia como integrante del club se remonta al año 1980.
Juan Cortés
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