El pasado 30 de noviembre falleció una de las figuras clave del terror español, el madrileño Jacinto Molina Álvarez (Paul Naschy), a la edad de 75 años. El actor, director y guionista dejó atrás una dilatada carrera, parte de ella desarrollada en otros países.
Un cáncer que sufría desde hace demasiado tiempo se llevó a una de las figuras más conocidas y activistas del terror, con más de 100 películas y series de televisión a sus espaldas, en casi 40 como guionista y 14 como director.
Su última película rodada, "La herencia Valdemar", que se estrenará en enero de 2010, ahonda en el mito del actor preferentemente caracterizado que, con pocos efectos especiales, lograba llegar al alma de cualquier personaje, ya fuese humano o criatura. Habitual de los festivales de cine minoritarios o del género, podía vérsele visitándolos por puro placer o como invitado, pero siempre dispuesto para una fotografía o un autógrafo, con su canina sonrisa por bandera.
Para la posteridad quedará su hombre lobo tan característico y propio tras su más famosa película, "La marca del hombre lobo" (Enrique López Eguiluz, 1967). En 2001 recibió la medalla de oro de las Bellas Artes por su carrera, y en Estepona (Málaga) habrá una calle con su nombre. Sin embargo, el mayor honor lo recibió a diario de sus numerosos fans, que lo recibían en los festivales o en las presentaciones como si fuese un héroe.
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